Personalidades de Hitler, Stalin y Mussolini
Pasaje de la Historia sobre Personalidades de Hitler, Stalin y Mussolini del programa la Rosa de los Vientos narrado por Juan Antonio Cebrían.
Un elemento clave del discurso de Hitler fue su capacidad de revivir el sentimiento de orgullo nacional, debilitado en la Primera Guerra Mundial y en el posterior Tratado de Versalles. Después de estos sucesos, Alemania había perdido importancia económica en Europa, junto con todas sus colonias, y además había adquirido una pesada deuda al aceptar la responsabilidad de la guerra. Hitler prometía repudiar al Tratado de Versalles, suspender los pagos de indemnización, generar empleo, combatir la corrupción y controlar a los ricos.
Sutilmente, los nazis empezaron también a asociar a los judíos con los comunistas y los empresarios corruptos, reviviendo antiguos sentimientos antisemitas. La inestabilidad económica de la Gran Depresión pronto se extendió al campo político y benefició a Hitler. En marzo de 1930, Heinrich Brüning fue nombrado canciller de Alemania por el presidente Paul von Hindenburg, ya que el canciller saliente fue incapaz de conseguir la mayoría parlamentaria para gobernar. Brüning tampoco la consiguió, pero se mantuvo en el poder gracias a los decretos presidenciales de Hindenburg.
De esta manera, la voluntad del Canciller quedó sujeta a la del Presidente, y la voluntad del Parlamento alemán fue relegada a un segundo plano. Sin embargo, Brüning era un demócrata, y procedió a llamar a nuevas elecciones, con la esperanza de obtener la mayoría parlamentaria necesaria poder gobernar sin la aprobación de Hindenburg.80 Irónicamente, las elecciones parlamentarias de 1930 no contribuirían en el fortalecimiento de la democracia, ya que convertirían al Partido Nazi en la segunda fuerza política de Alemania y al Partido Comunista en la tercera. Después de obtener apoyo popular, Hitler procedió a buscar el del Ejército. El discurso nacionalista de Hitler