Segunda Guerra Mundial, Batalla de Berlín

Edad Contemporanea - 1945 DC

Pasaje de la Historia sobre Segunda Guerra Mundial, Batalla de Berlín del programa la Rosa de los Vientos narrado por Juan Antonio Cebrían.

La Batalla de Berlín fue una de las batallas finales de la Segunda Guerra Mundial entre la Alemania nazi y la Unión Soviética, por el control de la capital alemana. Durante los combates, el líder alemán Adolf Hitler se suicidó, así como su Ministro de Propaganda Joseph Goebbels. Un gran número de personajes relevantes del ejército alemán y el partido nazi, como el secretario personal de Hitler y Canciller del Partido, Martin Bormann, murieron intentando escapar del cerco o fueron hechos prisioneros por los soviéticos. Hasta el inicio de 1945 el Frente Oriental se había mantenido relativamente estable desde agosto de 1944 cuando, tras la Operación Bagration, Rumania y Bulgaria habían sido forzadas a rendirse y declarar la guerra a Alemania, y además los alemanes habían perdido Budapest y la mayor parte de Hungría. De esta manera la llanura polaca quedó abierta al Ejército Rojo.

En la Conferencia de Yalta se establecieron las esferas de influencia de los futuros vencedores. Entre múltiples propuestas, los soviéticos invocaron consideraciones estratégicas, relativas a la situación en Polonia, y a la inminente batalla de Berlín para obtener una demarcación de las fuerzas angloestadounidenses lo más alejada posible de la capital. Los británicos nunca habían ocultado a Stalin su deseo de llegar a Berlín en primer lugar, pero este contaba con una razón de peso para que fuese el Ejército Rojo el encargado de ocupar Berlín: la necesidad de hacerse con las reservas alemanas de uranio, a fin de que su proyecto nuclear alcanzase la celeridad que pretendían. Los comandantes soviéticos, después de su inacción durante el Alzamiento de Varsovia, avanzaron finalmente sobre la capital polaca en enero de 1945. La reducida guarnición alemana no tenía ninguna posibilidad y el 16 de enero cayó la ciudad. En un amplio frente, cuatro ejércitos soviéticos comenzaron una ofensiva a través del río Narew.

El 23 de enero Prusia Oriental quedó prácticamente aislada del resto del Reich. El 24 de enero Chuikov recibió la orden de tomar Posen mientras que el 27 del mismo mes unidades del 60.º Ejército soviético alcanzaban el campo de concentración de Auschwitz. El rápido avance soviético ocasionó riadas de refugiados que se dirigían al centro del Reich, y el frente quedó estabilizado a finales de enero a unos 60 kilómetros al este de Berlín, a lo largo del río Óder, con diversas cabezas de puente Aunque la producción armamentística alemana se mantenía e incluso se había incrementado notablemente a finales de 1944, existían problemas de abastecimiento de materias primas, de combustible y munición, a lo que se sumó además, la perdida de Silesia, lo que llevó al propio ministro de armamentos Albert Speer a reconocer que «la guerra estaba perdida». Pese a ello las tropas alemanas destacadas en el frente oriental luchaban con fiereza y determinación: «Estamos perdidos -reconocía en enero de 1945 un sargento alemán- pero lucharemos hasta que caiga el último de nuestros hombres», los soldados eran conscientes de lo sucedido en los territorios ocupados y sabían que los soviéticos estaban dispuestos a cobrarse venganza.